August 4, 2017 | Psic. Edgar Peña Rodríguez M.D.U Director Científico Neurocom Group Colombia
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Todo depende de las elecciones biológicas y de las influencias genéticas diferenciales en los géneros. Según estudios realizados por Michael Nitabac profesor de genética y fisiología molecular de la Universidad de Yale y de Howard Hugues de la Universidad Suroriental de China y de la Universidad de San Diego ( publicados en la Revista Nature Communications de julio/17), experimentos de deprivación de sueño en animales machos y hembras han demostrado una respuesta diferente frente a la elección de dormir o tener sexo, en función de la activación antagónica de las neuronas encargadas de una y otra respuesta.
Los sujetos masculinos con sueño, tienen poco interés y actividad prosexual y, cuando se encuentran sexualmente excitados, muestran muy baja activación del sueño. En el caso femenino, la excitación sexual no impide el sueño, así como este estado tampoco les inhibe su receptividad sexual.
La respuesta a la pregunta del por qué a pesar del sueño las hembras están más dispuestas a tener sexo que los machos, parece radicar en una toma de decisiones basada en el impulso biológico: cuando se presentan dos respuestas biológicamente de la misma importancia como el sueño y el sexo, la de mayor beneficio para la especie como es el sexo para la reproducción, tenderá a imponerse sobre la de beneficio individual como es la recuperación de energía a través del sueño.
Mientras que las hembras solo disponen de una estrecha “ventana de fecundación” durante su período de ovulación, los machos disponen de oportunidad de fertilizar en cualquier momento; desde el punto de vista estrictamente biológico natural, a pesar del mucho sueño que tenga la hembra durante el período apto, no negará la oportunidad de fertilización mediante una mayor flexibilidad de alternancia del funcionamiento de las neuronas encargadas de una y otra respuesta.
Quizás este sea el motivo por el cual los hombres tienen mayor facilidad de caer en sueño después de la resolución de una excitación sexual que las mujeres: se “apagan” las neuronas del sexo y se “prenden” las del dormir, mientras que por la mayor flexibilidad en ellas, la activación de las neuronas del sueño puede ser más fácilmente interrumpida por el cortejo sexual.
No obstante, este principio se relativiza tanto en hombres como en mujeres, cuando de acuerdo con el contexto situacional las decisiones biológicas entran a ser mediadas por expectativas, sesgos cognitivos, estados emocionales y eventos disposicionales previos.
Tomado de : Yale University. «Sleep or sex? How the fruit fly decides.» ScienceDaily. ScienceDaily, 28 July 2017. <www.sciencedaily.com/releases/2017/07/170728092558.htm>.