Se trata de una manifestación cognitiva, emocional y comportamental compleja, conocida también como “fundimiento” o agotamiento de la persona, caracterizado por una alteración emocional, despersonalización o baja importancia concedida a sus funciones laborales y sentimientos de baja autorrealización personal y profesional.
Puede manifestarse en comorbilidad con ansiedad y depresión. Aunque preferencialmente se encuentra asociado a dificultades dentro del ambiente de trabajo, también se ha detectado en el caso parental y de pareja. A la persona con burnout poco le importan los demás, siente confusión con sus emociones y piensa que sus esfuerzos en la vida, no han sido recíprocamente recompensadas.


Como una forma de manifestación del síndrome de estrés continuado, el ”burnout” o fatiga del trabajo, del estudio, de la crianza, de las relaciones sociales y hasta conyugales, para su abordaje en primera instancia se pone en práctica el programa de “Spa cerebral y emocional” (BrainSpa), con el objetivo de reducir el estado de ansiedad , facilitar la estabilidad emocional y recuperar la tranquilidad, aprendiendo técnicas de autocontrol y relajación mediante entrenamiento psiconeuroeducativo, para aplicar en las situaciones asociadas con el estrés.
Una vez recuperada la estabilidad cognitiva y emocional, la persona progresa a un entrenamiento psicoeducativo para el aprendizaje de reformulación del estilo de sus relaciones con jefes y compañeros de trabajo, de estudio o del hogar, con una actualización de su proyecto de vida y planeación conductual, todo lo cual permite a la persona corregir y prevenir las formas de actuación y pensamiento que le han conducido a desarrollar el síndrome de burnout.
El entrenamiento psiconeuroeducativo NO es un tratamiento médico del síndrome de burnout.