Hipersensibilidad sensorial: la persona siente demasiado (a veces duelen) todos o algunos de los estímulos visuales, táctiles o auditivos, entre otros.
Hiposensibilidad sensorial: ciertos estímulos no son percibidos, se busca contacto constante y se presenta baja percepción del dolor.


Torpeza y falta de coordinación: falta de habilidad para controlar el cuerpo; es torpe y poco hábil en la manipulación de objetos; se presenta brusquedad y torpeza; algunos niños perciben desorientación frente a cambios de la postura corporal, especialmente de la cabeza.
Distractibilidad: por la alta sensibilidad a los cambios de los estímulos y la dificultad para procesar de forma organizada la información sensorial entrante, tienden a distraerse y por ello, este trastorno puede ser confundido con déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
El entrenamiento PSICONEUROEDUCATIVO mediante la aplicación de técnicas de estimulación y biorretroalimentación, busca fundamentalmente inducir integración sensoperceptual a través de ejercicios de neuropsicología y pedagogía, que reducen la distractibilidad y sensibilidad sensorial , mejorando la focalización de la atención como aprestamiento para el aprendizaje.
El entrenamiento psiconeuroeducativo NO es un tratamiento médico de los desórdenes de desintegración sensorial.