En un reciente estudio realizado a más de 2200 personas de edades entre los 18 y 19 años en Inglaterra y Gales en el que se evaluaban los niveles de soledad y sus patrones de sueño se encontró que las personas que dijeron sentirse más solas tenían un 24 por ciento de posibilidades de sentirse cansadas y tener problemas de concentración durante el día, esto debido a que sentirse solo hace que la persona se sienta menos segura y no pueda descansar; es decir, se pierde calidad del sueño.

Por esta relación sugerida entre el sentirse menos seguros y la baja calidad del sueño los investigadores examinaron el impacto a la exposición pasada a la violencia y comprobaron que la conexión entre la soledad y la mala calidad del sueño fue casi un 70% más claro en personas que habían experimentado las peores formas de violencia.